
Sediento de mares y confines
yazco aquí, atrapado
bajo un mausoleo
estúpido y consumista;
no se hizo la vida
en dominio de nadie;
no es la tarde una caída
sino un plácido dormir.
Deseoso de subir en bajel
surcando libertad, la mía;
se abren los sueños cual
trapo de velas soplado:
Ulises, Aquiles
Magallanes, Elcano…
Intrépidos aventureros
de casta, de libros
de quimeras, de aventuras…
¿Qué hago aquí entre la masa
Consumiendo sin necesidad?
Me voy a abrir esos
corazones que son los libros.
Buscando el latir
atravieso el umbral
y obra el milagro:
se hace la luz de lo ignoto…
Impulsase el Pegaso
de alas blancas
tiñendo de colores…
imaginación, poder y razón.